¿Es igual escribir para amigos que para jefes?
¡Hola buen día!
Te damos la bienvenida, una vez más, a nuestro blog.
¿Te interesa saber cómo crear una buena estructura para una novela, cuento o relato?
Entonces, te invitamos a seguir leyendo.
En principio, toma en cuenta que utilizarás o un discurso narrativo, es decir, que cuenta una historia, o uno descriptivo, que describe algo, y que la creatividad y el uso de lenguaje (entiéndase figuras retóricas o literarias) será lo más importante.
Una estructura te ayudará a darte una imagen clara de la historia, de lo que vas a escribir. Se trata de un esquema que te facilitará desarrollar la misma con éxito, sin bloqueos y sin fallos.
Para realizarla, lo primero y más fácil es seguir un esquema clásico de planteamiento, desarrollo y desenlace.
En el planteamiento introduce el suceso que será lo más importante y que eche a rodar la historia. Presenta al protagonista, así como al lugar en donde sucederá la acción (recursos que no es necesario que agotes: puedes presentar lo esencial del personaje, así como de los lugares, mas no con lujo de detalle. Para eso tienes toda la obra). Da una idea al lector de cuál es la tesis que la novela, cuento o relato vas a desarrollar: la infelicidad, el amor, la gloria, la infancia… Tras tu obra subyace un tema principal: es recomendable insinuarlo desde el inicio.
En el desarrollo de una novela es donde se desglosa lo primordial. Se conoce más al personaje principal y vemos cómo se enfrenta al conflicto. A su vez, el conflicto se desarrolla en toda su extensión, presentando obstáculos al protagonista. Aquí también entran en juego los personajes secundarios y los subtemas. En este punto, el argumento tiene que quedar claro. El lector debe saber quién es el protagonista, qué le ha pasado y ver cómo se enfrenta a las circunstancias para intentar solucionar el problema.
El desenlace es el que une de forma lógica todos los puntos de la historia. Incluso, aunque se planee un final abierto, lo que sucede en él tiene que desprenderse de lo que ha venido sucediendo hasta el momento. El nudo se desenreda y el personaje completa su misión. Es en donde el lector percibe esa sensación de que no hay nada más allá.
Por último, no olvides que la estructura de tu obra debe ser equilibrada, guardando proporción entre cada una de sus partes. No puede tener una introducción más extensa que el desarrollo, ni un final simplón.
¿Estás listo para escribir tu propia historia?
Déjanos tus comentarios.
¡Hasta la próxima!
