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¿Por qué podemos caer en ciertos vicios al momento de escribir?

La respuesta es sencilla: por malos hábitos.

Por lo tanto, la única manera para ir mejorando en este proceso es hacer conciencia de los errores para no repetirlos.

Los vicios en redacción comúnmente resultan de la imprecisión, la construcción inadecuada, las palabras malsonantes, la falta de claridad, las repeticiones frecuentes e inadecuadas en el uso del lenguaje o la falta de concordancia en cuanto a género o número.

Con relación a la puntuación, es importante recordar que abusar de la coma suele complicar el texto. El sujeto y el predicado deben ir juntos, no deben separarse por coma, aun en el caso de sujetos compuestos.

Los acrónimos, siglas y abreviaturas pueden escribirse sin punto (es correcto escribir ONU, UNICEF O NFL). En cuanto al plural de las siglas, son invariables en la escritura («las ONG», o «muchos CD»), aunque al hablar tiendan a tomar marca de plural («oenejés» o «cedés»).

Solo mencionaremos un vicio más para poder pasar a las recomendaciones, este tiene que ver tanto con el queísmos y el dequeísmos.

Los verbos preposicionales requieren el uso, precisamente, de la preposición. Por lo tanto, es correcto escribir “acuérdate de que mañana vamos a ir” (e incorrecto “acuérdate que mañana vamos a ir”), o “te informo de que has de asistir” (cuando lo correcto es “te informo que has de asistir”). Un consejo para estos casos es que, cuando tengas duda sobre si la oración lleva la preposición “de” o solo la conjunción “que”, piensa cómo harías la pregunta. En el primer ejemplo preguntarías, si tú hubieras recibido la instrucción: ¿De qué me tengo que acordar para mañana? Y en el otro ejemplo: ¿Qué me informaron?

Por lo tanto, si la preposición “de”, queda bien antes del “que”, entonces, en la oración inicial, debe llevarla.

Si tienes alguno de estos vicios, las siguientes recomendaciones pueden ayudarte a erradicarlos:

Cuida de no escribir expresiones redundantes.

Utiliza un lenguaje sencillo, como el del habla cotidiana; evita adornarlo con vocabulario empresarial, ya que las expresiones ostentosas pueden obstaculizar la comunicación, y redacta frases directas para incrementar la legibilidad de tu texto.

Por último, recuerda que el proceso de lectoescritura es un proceso de sabiduría. Necesitas dedicarle tiempo. 


¡Hasta la próxima!